Mostrando entradas con la etiqueta MITOLOGIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MITOLOGIA. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de agosto de 2017

Las constelaciones perdidas (II)

Hace tiempo estuvimos hablando de las constelaciones perdidas, aquellas que una vez fueron y hoy ya no aparecen en los atlas astronómicos. Mencionamos las más recordadas de las antiguas constelaciones de la cultura occidental que ya no existen: Argo Navis, Quadrans Muralis, Antinoo, etc... 

Sigamos hoy con el listado de algunas de las constelaciones que ya no aparecen en los atlas estelares.

Mons Maelanus

Situada justo debajo de la constelación del Boyero (Böotes), Mons Maelanus fue introducida en el siglo XVII por el astrónomo polaco Johaness Hevelius, pero no tuvo mucho éxito y fue desapareciendo de los atlas estelares con el paso de los años hasta su completa desaparición. Representaba al monte Ménalo (1981 m de altura) de la región de Arcadia (Grecia).

Mons Maelanus está justo debajo de la constelación de Böotes (El Boyero). Johann Bode, Uranographia. 1801

Turdus Solitarius (El mirlo) - Noctua (El Búho)

Aunque fueron constelaciones diferentes, se situaban en la misma zona del cielo (esto es, en la cola de Hydra, la serpiente marina). Turdus fue introducida en 1776 por el astrónomo francés Pierre Charles Le Monnier, pero no tuvo mucho éxito y fue reemplazada posteriormente por Noctua, obviamente tampoco tuvo gran aceptación y también terminó desapareciendo. Hoy sus estrellas se reparten entre las constelaciones de Libra e Hydra.

Turdus Solitarius, tal y como fue representado por Johann Bode en su atlas Uranographia de 1801.

Noctua (El Búho), representado en la cola de Hydra. Celestial Atlas de Alexander Jamieson, 1822

viernes, 2 de diciembre de 2016

Mercurio, el mensajero de los dioses.



«¿Tú te dedicas ahora a plantar los cimientos de la alta Cartago y complaciente con tu esposa construyes una hermosa ciudad? ¡Olvidas, ay, tu reino y tus propios deberes! El propio rey de los dioses desde el Olimpo luminoso me envía, el que cielo y tierra gobierna con su numen; él mismo me ordena traerte estas órdenes por las rápidas auras: ¿qué tramas o con qué esperanza gastas tu tiempo en las tierras libias? Si no consigue moverte la gloria de futuro tan grande, mira cómo crece Ascanio y respeta las esperanzas de tu heredero Julio, a quien se deben el reino de Italia y la tierra romana.»
Virgilio | La Eneida. Libro IV
De esta manera narra el poeta Virgilio cómo el dios Mercurio se dirige al héroe troyano Eneas, para que abandone a la reina Dido de Cartago y se haga a la mar para así cumplir su destino: arribar a las costas de Italia y que su linaje llegue hasta Rómulo y Remo -fundadores de Roma- e incluso al mismísimo Cayo Julio César. 

Mercurio exhorta a Eneas a partir. Giambattista Tiepolo, 1751. Vicenza, Villa Valmarana. 

Este es el principal rol de Mercurio, ser el heraldo de los dioses (especialmente de su padre, el todopoderoso Júpiter) y transmitir a los mortales sus deseos y órdenes. Aparte de eso, también era el dios del comercio, protector de los caminos y guía de los viajeros. Al igual que los otros dioses olímpicos, Mercurio tuvo numerosos escarceos amorosos y tuvo una prolífica descendencia. Uno de sus vástagos fue el fauno Pan, semidiós de los rebaños y pastores… ¿no les suena el nombre de un post anterior sobre las lunas pastoras? 😉 

Pero volvamos a la astronomía, que tenemos muchas cosas que contar. 

Aunque parezca un contrasentido, siendo Mercurio un planeta conocido desde la antigüedad (hay escritos asirios que se refieren a él desde el siglo XIV a. C.), se trata posiblemente de uno de los planetas menos estudiado del Sistema Solar. Tan sólo 2 sondas lo han visitado: la Mariner 10 a mediados de la década de los 70 y más recientemente, la sonda MESSENGER que lo orbitó entre 2011 y 2015. Veamos un poco por encima qué sabemos de este relativamente poco conocido planeta… 

sábado, 21 de septiembre de 2013

Constelaciones: Cygnus (El Cisne)

Para los antiguos griegos, la leyenda del cisne está asociada a Zeus, quien se transformó en este animal para seducir a la reina Leda, esposa del rey Tíndaro de Esparta y dejarla encinta de uno de los gemelos celestiales, Póllux. Esa misma noche Leda se acostó con su esposo, quien la dejó embarazada del otro gemelo, Cástor. Algunas versiones dicen que la reina puso dos huevos de los que nacieron ambos gemelos, además de la hermosa Helena de Troya y Clitemnestra (futura esposa del rey Agamenón). Hay que ver lo que daban de sí dos huevos para los antiguos griegos ;)


Leda y el Cisne, mosaico hallado en Chipre. sIII d. C. Wikipedia

También conocida como 'La Cruz del Norte', la constelación de Cygnus (El Cisne) se muestra majestuosa cerca del cénit en las noches veraniegas. Su estrella más brillante -Deneb- forma junto con las estrellas Vega (Lyra) y Altair (Aquila) el asterismo conocido como 'Triángulo del verano', reconocible por los aficionados a la astronomía. Al estar en medio de la Vía Láctea, esta constelación tiene bastantes objetos de cielo profundo muy interesantes que son codiciados por los astrofotógrafos.

Carta celeste de la constelación de Cygnus

Aspecto del cielo de verano mirando al cénit. Fotografía del Autor

martes, 20 de agosto de 2013

Rhea, ¿una luna con anillos?

Los griegos consideraban a Rhea como la esposa del dios Cronos (Saturno para los romanos) y madre de Poseidón, Hades, Démeter, Hera, Hestia y Zeus. Cronos accedió al trono de los dioses al expulsar de él a su propio padre Urano a quien castró con una hoz de pedernal. Cuando Cronos, alertado por el oráculo de que sería a su vez destronado por uno de sus hijos, decidió devorarlos a todos tragándoselos. Rhea salvó al recién nacido Zeus dando a Cronos una piedra envuelta en ropa de bebé.

Rhea, entregando a Cronos una piedra envuelta en paños, así salvó a Zeus de ser devorado por su padre. Wikipedia.

Zeus creció cerca del monte Ida, en Creta y al alcanzar la edad adulta pudo liberar a sus hermanos  ya adultos del vientre de su padre (cosas de dioses, ya saben). Todos unidos destronaron a Cronos y posteriormente Zeus ocupó el trono de soberano de los dioses en el Olimpo.

Volviendo al terreno astronómico, diremos que nuestra protagonista de hoy es la segunda luna más grande que orbita a Saturno. Rhea tiene un diámetro de aproximadamente 1528 km (la mitad de nuestra Luna) y orbita al gigantesco planeta gaseoso a una distancia media de 527 000 km.

Comparativa de tamaño entre Rhea, la Luna y la Tierra. Wikipedia.

Fue descubierta en 1672 por el astrónomo italiano Giovanni Domenico Cassini, descubridor además de Japeto, Tetis y Dione. También descubrió un vacío en los anillos de Saturno conocido actualmente como la división de Cassini. Además comparte con Robert Hooke el crédito de haber descubierto la Gran Mancha Roja en Júpiter.

Retrato de Giovanni Cassini en un grabado de la época.


sábado, 13 de julio de 2013

Las constelaciones perdidas

Muchos estamos familiarizados con las constelaciones del cielo nocturno del hemisferio norte, herencia de la cultura de los antiguos griegos y babilonios. Con el paso de los tiempos algunas nuevas han aparecido y otras han dejado de estar ahí.

Fue en 1930 cuando la Unión Astronómica Internacional unificó criterios y estableció los límites de las 88 constelaciones reconocidas actualmente. Me gustaría hacer un pequeño homenaje a algunas de las constelaciones que existieron en su día y ya han sido sustituidas por otras. Al menos veremos las más conocidas.

Argo Navis

Probablemente la más famosa de las constelaciones perdidas. En tiempos de la antigua Grecia, esta constelación representaba a la mítica nave Argo, protagonista de una de las epopeyas más célebres de la literatura antigua: la Argonáutica, obra de Apolonio de Rodas. En esta epopeya, el héroe Jasón recibe el encargo de recuperar el Vellocino de Oro, y para ello reúne a un grupo de héroes y se embarcan en la nave Argo (que da nombre a la constelación).

La propia diosa Atenea ayudando en la construcción de la nave Argo. Terracota romana del siglo I d. C. Wikipedia

Su enorme tamaño (1884 grados cuadrados en el cielo, tres veces más extensa que Orión) hizo que el astrónomo francés Nicolás Louis de Lacaille en 1752 decidiera desmantelar esta constelación y crear con sus estrellas las constelaciones de Carina (la Quilla), Puppis (la Popa), Pyxis (Brújula) y Vela, de un tamaño más homogéneo y similar al de las otras constelaciones. Argo Navis es la única de las 48 constelaciones descritas por Ptolomeo en su libro Almagesto en el siglo II d. C. que no existe en la actualidad; las que sí han sobrevivido son: Taurus, Gemini, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Ofiuco, Sagittarius, Capricornus, Aquarius, Pisces, Aries, Andrómeda, Aquila, Ara (Altar), Argo Navis, Auriga (Cochero), Boötes (Boyero), Can Mayor, Can Menor, Cassiopeia, Centauro, Cefeo, Cetus (Ballena o Monstruo Marino), Corona Austral (ex Corona Sagitarii), Corona Boreal, Cuervo, Crater (Copa), Cygnus, Delfín, Draco (Dragón), Equuleus (Caballo Menor), Eridanus, Hércules, Hydra, Lepus (Liebre), Lupus (Lobo), Lyra, Orión, Pegaso, Perseo, Pez Austral, Sagitta (Flecha), Serpens (Serpiente, dividida en Serpens Caput, la Cabeza, y Serpens Cauda, la Cola), Triángulo, Osa Mayor y Osa Menor.

Carta astronómica de Argo Navis, del libro Uranometría de Johann Bayer. 1603.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Pero podemos tener que concentrarnos en el octavo satélite… Japeto

Pero podemos tener que concentrarnos en el octavo satélite… Japeto
2001, una odisea en el espacio. Arthur C. Clarke.

Quienes hayan leído esta más que recomendable obra de la ciencia ficción, es posible que recuerden esta frase, que forma parte de la resolución del misterio del monolito. No comentaré más acerca de ello para no estropear el libro; les recomiendo que lo lean a quienes no lo hayan hecho.

Descubierta el 25 de octubre de 1761 por el astrónomo italiano Giovanni Cassini, Japeto o Jápeto es una de las lunas más intrigantes de nuestro Sistema Solar. Pronto mostró su naturaleza esquiva y desconcertante, ya que esta luna le aparecía y desaparecía en periodos de 40 días, dependiendo de en qué parte de su órbita se encontrara. Cassini conjeturó acertadamente que debía tener hemisferios de colores muy diferentes, uno claro y otro oscuro.

Es evidente el cambio de coloración en los hemisferios de Japeto: el hemisferio más claro es 10 veces más brillante que el oscuro. Foto de la sonda Cassini

Originalmente se bautizó a esta luna con el nombre de Saturno VIII, hasta que a mediados del siglo XIX John Herschel (hijo de William Herschel, descubridor de Urano y las lunas de Saturno Mimas y Encélado) la bautizó con el nombre de Japeto.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Constelaciones: Ursa Major

Visible durante todo el año en el hemisferio norte, la Osa Mayor es una constelación conocida desde la antigüedad, dado el brillo de sus siete estrellas principales. También se le conoce como 'El carro' o 'El cazo'. En la mitología griega, esta constelación representa a la osa en la que fue transformada la infortunada ninfa Calisto, tras ser seducida por Zeus.

Carta astronómica de la constelación Ursa Major

Fotografía de la Osa Mayor. Una de las constelaciones más conocidas del cielo

martes, 14 de diciembre de 2010

El drama de Calisto

Con 4800 Km de diámetro, Calisto es el tercer satélite en tamaño del Sistema Solar (detrás de Ganímedes y Titán). Aunque tiene casi el 99% del diámetro del planeta Mercurio, sólo tiene 1/3 de su masa. Orbita al gigantesco Júpiter a más de 1 800 000 Kilómetros empleando poco más de 16 días en completar una vuelta alrededor del planeta.

La gran distancia que le separa de Júpiter hace que la cantidad de radiación que recibe del gigante gaseoso sea muy baja comparándola con la que reciben las otras grandes lunas de Júpiter (Ío, Europa y Ganímedes). Al igual que muchas otras lunas del Sistema Solar, tiene rotación síncrona, es decir, presenta siempre la misma cara a Júpiter.

Comparación de los tamaños de Calisto, la Luna y la Tierra

Podemos ver que la superficie de Calisto presenta una alta densidad de cráteres de impacto

sábado, 11 de diciembre de 2010

Constelaciones: Gemini (Géminis)

Cástor y Póllux (Polideuco para los griegos) eran gemelos, hijos de Leda, pero de padres diferentes. Mientras que Cástor era hijo del rey Tíndaro de Esparta, Póllux tenía como progenitor al mismísimo Zeus, el cual se convirtió en un cisne para seducir a Leda. Las diferentes versiones de este mito son algo confusas, ya que algunas otorgan la paternidad de ambos al rey Tíndaro, mientras que otras se decantan por Zeus (ambos gemelos nacerían de un huevo puesto por Leda). Lo cierto es que los antiguos griegos consideraban a Póllux como el inmortal de los dos gemelos. 

Ambos gemelos formaban parte de la afamada tripulación de la nave Argos (los Argonautas), comandada por Jasón, el cual iba en pos del Vellocino de Oro (epopeya contada por Apolonio de Rodas en su obra las Argonáuticas).

Cástor y Póllux raptaron a las hijas de Leucipo, para desposarse con ellas. Esa acción conllevó un enfrentamiento con los prometidos de ambas doncellas, Ida y Linceo, que mataron a Cástor. Póllux, que gozaba del don de la inmortalidad, convenció a Zeus para que le concediera ese don a su hermano gemelo. Zeus accedió a que ambos hermanos pasasen seis meses en el Olimpo por su condición de inmortales y otros seis en el Hades, como mortales fallecidos. Posteriormente ambos hermanos ascenderían a los cielos en la constelación de Géminis, o Gemini.

El rapto de las hijas de Leucipo. Peter Paul Rubens. 1618

Astronómicamente, Gemini es una de las constelaciones del Zodíaco, y el Sol pasa por ella entre el 21 de junio y el 21 de julio. Astrológicamente las fechas van desde el 22 de mayo al 21 de junio… pero como en los últimos 2000 años el eje de rotación de la Tierra ha variado su inclinación, han cambiado las fechas, una 'minucia' que no afecta a los astrólogos (ni a la falta de verosimilitud de sus afirmaciones, de paso)

Carta estelar de la constelación de Gemini

sábado, 27 de noviembre de 2010

Ganímedes, ¿un mundo frustrado?

Ganímedes era un joven príncipe troyano de excepcional belleza, hasta tal punto que el mismísimo Zeus se enamoró de él y transformándose en águila, lo raptó en el monte Ida, llevándoselo consigo al Olimpo. Allí se convirtió en su amante y en el copero de los dioses, sustituyendo a Hebe. Para paliar la angustia del padre del joven príncipe, Zeus le envió a Hermes para que le asegurara que su hijo era ahora inmortal y que el puesto que ostentaba en el Olimpo era de mucho prestigio; además le regaló unos caballos que eran tan rápidos que podían correr sobre el agua. Otros mitos sugieren que posteriormente Zeus lo ascendió a los cielos convirtiéndolo en la constelación de Aquarius.

El Rapto de Ganímedes. Peter Paul Rubens (1637). Museo del Prado


Con más de 5200 Kilómetros de diámetro, Ganímedes es el mayor de los satélites del Sistema Solar. Es mayor incluso que el planeta Mercurio (de tan sólo 4800 Km de diámetro), aunque apenas tiene la mitad de su masa, aunque es el satélite más masivo del Sistema Solar, con el doble de masa de nuestra Luna. Orbita al descomunal Júpiter a una distancia media de un millón de Kilómetros. La temperatura media en la superficie es de 110 K (-160ºC). Mediciones hechas por la sonda espacial Galileo durante su misión orbitando el sistema joviano revelan que Ganímedes tiene una magnetosfera, lo que sugiere un núcleo rico en hierro.

Ganímedes fotografiado por la sonda Galileo en 1996

Comparativa de tamaños entre Ganímedes, la Luna y nuestro planeta

Ganímedes y Júpiter, fotografiados desde la sonda Cassini, de camino a Saturno

Su helada superficie es una mezcla de dos tipos de terreno muy diferenciados, unas zonas (las más antiguas) son oscuras y llenas de cráteres, ocupan alrededor de una tercera parte de la superficie del satélite. Las más claras son algo más recientes y están surcadas por una serie de anillos y ranuras de origen tectónico, probablemente. Los cráteres situados en las zonas más antiguas del terreno, fuertemente desgastados y sin apenas relieve, reciben el nombre de palimpsestos. Además se cree que a unos 200 Km de profundidad bajo la superficie podría existir un océano de agua salada.

Detalle de la superficie del satélite. Las diferencias notorias entre diferentes zonas sugieren que en el pasado pudo haber actividad tectónica

Esta imagen captada por la sonda Galileo en Mayo de 2000, muestra la diferencia entre zonas geológicas de diferente edad. Nicholson Regio (a la izquierda) es la más antigua; Harpagia Sulcus (a la derecha) es mucho más reciente, lo que explica la menor densidad de cráteres

Cadena de cráteres de impacto, producidos seguramente por un cometa o asteroide que se fragmentó antes de caer

Una imagen poco usual, el gigantesco Júpiter eclipsa a Ganímedes. Fotografía del telescopio espacial Hubble


El siguiente vídeo muestra un día de rotación de esta luna


En este vídeo se condensan dos horas de tiempo, vemos cómo Ganímedes se esconde detrás de Júpiter. Las imágenes fueron tomadas por el HST


Posts relacionados

Todos estos mundos son vuestros, excepto Europa…
Ío, la luna atormentada
Júpiter, el portador de la alegría
Júpiter e Ío
Triple eclipse en Júpiter
4 medias lunas
Las lunas inquietas

sábado, 13 de noviembre de 2010

Todos estos mundos son vuestros, excepto Europa...

…no intentéis aterrizar allí.
2010, Odisea dos

Esta frase seguramente será reconocida por los apasionados de la saga de 2001, una Odisea en el Espacio, de Arthur C. Clarke. Para quienes aún no hayan tenido la oportunidad de leer esta magnífica saga de novelas de uno de los más grandes escritores de la ciencia ficción, quizás sea ahora un buen momento para hacerlo.

Volviendo a Europa… ¿qué tiene de especial? Como ya vimos en el post acerca de Júpiter, Europa es una de las cuatro grandes lunas (de las 63 descubiertas hasta ahora) del mayor planeta del Sistema Solar. Fue descubierta junto con Ío, Ganímedes y Calisto por Galileo Galilei la noche del 7 de enero de 1610, cuando apuntó a Júpiter por primera vez con su modesto telescopio.

Europa, vista por la sonda Galileo

Comparativa de tamaños entre Europa, la Luna y la Tierra

Con poco más de 3100 Km de diámetro, orbita a Júpiter a una distancia media de unos 670 000 Km. Su temperatura media es de 110 K en el ecuador (-163 ºC) y tan sólo 50K (-223 ºC) en los polos, y está completamente cubierta por un espeso manto de hielo (se estima que tiene entre 10 y 30 Km de espesor). La superficie del satélite es bastante lisa, con accidentes que raramente superan el centenar de metros de altura. Sólo tres cráteres de impacto superan los 5 Km de diámetro, siendo el mayor de ellos el Pwyll, de 39 Km. Fluctuaciones en el campo magnético de la luna detectadas por la sonda Galileo, así como las múltiples fracturas que se han encontrado en su manto de hielo, hacen creer que bajo él podría existir un océano de agua líquida (de hasta 90 Km de profundidad).

Representación del interior de Europa. Bajo una espesa capa de hielo, se sospecha que existe un océano (¿de agua líquida?)

Dos posibles modelos de Europa: en el primero, bajo el manto de hielo se encontraría una capa de hielo semifundido, en el segundo existiría un océano de agua líquida

Superficie de Europa en color real, fotografiada por la sonda Galileo

Detalle de una de las características geológicas más significativas de esta luna: las vetas oscuras que surcan su superficie llamadas lineae, muy probablemente producidas por procesos internos

Detalle en color mejorado (para apreciar mejor las diferencias entre las distintas zonas) de la superficie de Europa, fotografiada por la sonda Galileo en 1996

Ío y Europa frente a Júpiter. Fotografiadas por la sonda Voyager 1 en 1979 a una distancia de unos 20 millones de Kilómetros


También Europa tiene asociada una leyenda mitológica. Según esta leyenda, Europa era hija de los reyes de Fenicia y Tiro, Agénor y Telefasa. Zeus se enamoró de ella y para seducirla se transformó en un toro blanco, mezclándose con el ganado de su padre. Mientras paseaba con su séquito cogiendo flores, Europa se maravilló ante la hermosura del toro y acarició sus costados; viendo que era dócil, se montó sobre él y Zeus aprovechó ese momento para raptarla corriendo hacia el mar y nadando hasta la isla de Creta. Una vez allí, le desveló su identidad y la sedujo, convirtiéndola posteriormente en reina de Creta.

El rapto de Europa. Tiziano. Hacia 1560

El siguiente vídeo es una recreación de lo que podría ser una futura misión que encontrara vida en los océanos de Europa. De hecho, hay un proyecto entre diversas agencias espaciales (NASA, ESA, y probablemente se unan Rocosmos y JAXA) para lanzar una misión conjunta (hacia el año 2020) con el propósito de estudiar mejor las lunas jovianas.




Posts relacionados

domingo, 17 de octubre de 2010

Ío, la luna atormentada

Cuenta la leyenda que la ninfa Ío, de excepcional belleza, era una sacerdotisa de la diosa Hera. Cuenta además que Zeus, enamorándose perdidamente de ella, la poseyó y que posteriormente la transformó en una ternera para protegerla de los celos de su esposa Hera. Sin embargo, Hera sospechó de la hermosa apariencia de la ternera y se la pidió a Zeus como regalo, que no pudo negarse. Posteriormente, le encargó al gigante Argos (el de los cien ojos) que la custodiara en Nemea. Argos era un vigilante muy efectivo, ya que siempre algunos de sus ojos estaban abiertos cuando los otros dormían.

Ío y Zeus, lienzo del pintor renacentista Antonio CorreggioMuseo de Historia del Arte de Viena

Para rescatar a su amante, Zeus envió a su hijo, el también dios Hermes, el cual se transformó en un pastor y le ofreció vino y conversación a Argos. El vino resultó delicioso, y la prolongada y aburrida conversación que el astuto Hermes le dió a Argos fue suficiente para que uno a uno, se le fueran cerrando todos los ojos. Una vez domido, le cortó la cabeza y liberó a Ío. Al enterarse Hera de la muerte de Argos, puso sus ojos en la cola de su ave favorita, el pavo real.

Mercurio y Argos, de Diego Velázquez (1659) Museo del Prado

Juno recibiendo la cabeza de Argos. Jacopo Amigoni

Hera no cejó en su empeño de vengarse de la infortunada ninfa, así que le envió un tábano que la mortificaba con continuas y dolorosas picaduras. Para huir del tábano Ío (aún transformada en ternera) se arrojó al mar (a este mar se le conoce desde entonces como el Mar Jónico), y estuvo huyendo sin cesar, pasando por Illiria, Tracia y el Cáucaso,  finalmente pudo llegar a Egipto, donde Zeus volvió a darle forma humana, dando fin así a su sufrimiento.

Al igual que la ninfa que le da nombre, la luna Ío de Júpiter es una luna realmente atormentada. Con 3640 Km de diámetro (apenas un poco mayor que nuestra Luna), orbita al gigantesco Júpiter a una distancia de tan sólo 421 000 Km (poca cosa, teniendo en cuenta las colosales dimensiones del planeta). Esta cercanía al mayor y más masivo de los planetas (él sólo tiene más del doble de la masa del resto de los planetas juntos) y la resonancia de su órbita con las de Ganímedes y Europa (otras de las grandes lunas de Júpiter) hacen que las fuerzas de marea gravitatoria sean intensísimas, provocando una tremenda inestabilidad en las capas internas de la luna, que prácticamente se encuentran en ebullición. Por ello, Ío es el cuerpo del sistema solar geológicamente más activo, con más de 400 volcanes en continua erupción.

Aparte de los volcanes, Ío cuenta con más de un centenar de montañas, creadas por la intensa presión que el manto de esta luna ejerce sobre su corteza. Algunas de las montañas son altísimas, Boösale Montes tiene una altura de unos 17 000 metros, el doble que el Everest, la mayor montaña de la Tierra (8848 m).

En esta animación puede verse las enormes proporciones de la erupción volcánica del volcán Tvashtar en Ío (más de 300 Km de altura)

La temperatura media en la superficie de esta luna es de unos 130 K (-143º C). La composición de su atmósfera es básicamente dióxido de azufre (SO2) y trazas de otros elementos.

Detalle de algunos volcanes en Ío, fotografiados por la sonda Galileo

Ío en color real, fotografiada por la sonda Galileo. 

En la imagen anterior se puede apreciar que su superficie está marcada por volcanes y restos más o menos recientes de erupciones. El color amarillento es debido a la gran cantidad de azufre expulsada por los volcanes. Debido a la intensa actividad volcánica, no se aprecian cráteres de impacto, ya que cualquier traza de ellos ha sido rellenada por los flujos de lava en poco tiempo.

Erupciones volcánicas en Ío, mientras estaba a la sombra de Júpiter 

Se han registrado temperaturas en las erupciones de más de 1700 K (se cree que algunas han podido llegar a los 2000 K), mientras que en La Tierra raramente se sobrepasan los 1500 K.

Fue descubierta en enero de 1610 por Galileo Galilei, al apuntar a Júpiter con su telescopio. Descubrió también a las otras 3 grandes lunas jovianas, Europa, Ganímedes y Calisto. Ha sido visitada por las sondas Voyager, la Galileo y la New Horizons, de camino al lejano Plutón.

NOTA: Las temperaturas se expresan en grados Kelvin (K). 0ºC = 273 K, 100ºC = 373 K

Y para terminar, les dejo un par de vídeos de Ío, espero que les gusten.





Posts relacionados

Júpiter, el portador de la alegría
Júpiter e Ío
Triple eclipse en Júpiter
4 medias lunas
Las lunas inquietas

domingo, 10 de octubre de 2010

Hijas de un titán: las Pléyades (M45)

Las Pléyades eran las 7 hijas de la ninfa Pleione y del titán Atlas, condenado por Zeus a portar sobre sus hombros la esfera de los cielos. Sus nombres eran Maia, Electra, Taygeta, Alcyone, Celaeno, Asterope y Merope; formaban parte del cortejo de la diosa de la caza, Artemisa. El gigantesco cazador Orión las acosaba, y por ello, Atlas le pidió a Zeus que hiciera algo para evitarlo. Zeus interpuso un toro (Taurus) entre ellas y el osado cazador, pero éste le hizo frente con un escudo y un garrote. Finalmente, Zeus envió un escorpión gigante (Scorpius) para ahuyentar a Orión, y así están dispuestos en el cielo: las Pléyades protegidas por Taurus, que se interpone entre ellas y Orión; y cuando aparece Scorpius por el horizonte del Este, Orión se oculta por el Oeste, en una eterna persecución entre las estrellas.

Las Pléyades, representadas en una pintura de Elihu Vedder, en 1885

Este bonito cúmulo abierto puede verse a simple vista en las noches otoñales e invernales, en la constelación de Taurus. También se le conoce como las Siete Hermanas o La Cabritilla. A simple vista (en noches sin Luna y con buenas condiciones), se aprecian 6 estrellas, aunque en realidad el cúmulo consta de más de un millar. La disposición de sus estrellas recuerda al carro de la Osa Mayor, aunque distribuidas en un espacio mucho más reducido.

Las Pléyades son conocidas desde la antigüedad, y son mencionadas en obras tales como la Ilíada y la Odisea, La Biblia, o el Mahábharata. El 4 de marzo de 1769, Charles Messier las incluyó en su célebre catálogo de nebulosas y cúmulos de estrellas con el nº 45.

Las Pléyades fotografiadas por David Malin, del Observatorio Anglo-Australiano

Son unas estrellas bastante jóvenes. Se cree que tienen menos de 100 millones de años de edad (poca cosa si lo comparamos con los 4600 millones de años de nuestro Sol), y se estima que este cúmulo permanecerá unido durante al menos otros 250 millones de años, tras los cuales se disgregará debido a las interacciones gravitatorias con su entorno. Estas estrellas están contenidas en un diámetro de unos 12 años-luz aproximadamente, y a unos 440 años-luz de distancia de nuestro Sistema Solar.

En esta magnífica toma, Stephan Seip captó al cometa Machholz pasando justo enfrente de las Pléyades, siendo elegida imagen astronómica del día por la NASA el 11 de enero de 2005

Uno de los rasgos más característicos de este cúmulo, que le da una especial belleza, es la nebulosidad azul que envuelve a las estrellas más brillantes, especialmente a Merope. Originariamente se pensaba que se trataba de la nebulosa de la cual nacieron las estrellas, pero posteriores estimaciones acerca de la edad del cúmulo hacen más plausible la posibilidad de que sea una nube de gas y polvo que se encuentra en esa zona y está iluminada por el brillo de las Pléyades.

Otra magnífica imagen de las Pléyades, en este caso obtenida por Robert Gendler

A modo de curiosidad, la firma de automóviles japonesa Subaru tiene como logotipo una representación de este cúmulo (no en vano, la palabra japonesa Subaru significa Pléyades). También da nombre a un telescopio japonés en Hawaii.



Posts relacionados

miércoles, 11 de agosto de 2010

Constelaciones: Perseo

Por estas fechas, una de las constelaciones que adornan el cielo nocturno cobra un especial protagonismo, nos referimos a la constelación de Perseo, que da nombre a la conocida lluvia de estrellas de las Perseidas

Como muchas de las constelaciones que podemos admirar en el Hemisferio Norte, también tiene una leyenda asociada, que ya comentamos hace poco tiempo cuando hablábamos de la constelación de Andrómeda. Perseo era hijo de Dánae y Zeus, el cual se transformó en una lluvia de oro para seducir y dejar en cinta a la hija de Acrisio, rey de Argos.

Dánae recibiendo la lluvia de oro, de Tiziano (Museo del Prado, Madrid)

Mapa de la constelación de Perseo

Las estrellas más importantes de esta constelación son:

Mirfak. Es la estrella más brillante de la constelación, de magnitud 1'79. Situada a 590 años-luz de distancia, es una supergigante amarilla 42 veces más grande que el Sol y 5000 veces más brillante

Algol. La más conocida de las estrellas de Perseo. Representa al ojo de Medusa. Es una estrella variable (su brillo fluctúa entre las magnitudes 2'3 y 3'5 cada 3 días, aproximadamente). Estas variaciones de brillo, conocidas desde la antigüedad, le valieron el sobrenombre de Estrella del Diablo, ya que rompía con la creencia de que los cielos eran perfectos e inmutables. Algol se encuentra a casi 93 años-luz de nosotros; sin embargo, hace apenas 7 millones de años estuvo a tan sólo 10 años-luz de distancia. Es el prototipo de unas estrellas variables conocidas como binarias eclipsantes (próximamente hablaremos de las estrellas variables en el blog)

Además, Perseo tiene algunos objetos de cielo profundo bastante interesantes:

Doble Cúmulo de Perseo (NGC 869 y NGC 884): Visible a simple vista, regala una visión impresionante al usar prismáticos o telescopios. Son dos cúmulos abiertos situados a unos 6800 años-luz del Sol el primero y 7600 años-luz el segundo. Se les estiman unas edades de tan sólo 5'6 y 3'2 millones de años, respectivamente. 

Esta soberbia fotografía fue elegida como Fotografía Astronómica del Día por la NASA el 3 de enero de 2009

M34: Es un cúmulo abierto, que contiene un centenar de estrellas, a unos 1400 años-luz de distancia. Ofrece una bonita vista al observarlo con prismáticos o telescopios de pequeña abertura.

NGC1499 (La Nebulosa de California): Situada a 1000 años-luz de distancia, es una tenue nebulosa de reflexión, extremadamente difícil de observar, pero las fotografías obtenidas en la banda del hidrógeno alfa muestran una imagen realmente hermosa.

La Nebulosa de California, con su forma que recuerda al estado de EEUU

M76 (La nebulosa pequeña de Dumbell). Muy parecida a M27 en la constelación de Vulpecula, esta pequeña nebulosa planetaria está a 2500 años-luz de nosotros.

Perseo, representado en el libro Uranometría de Johann Bayer, en 1603

Posts relacionados:

Constelaciones: Andrómeda
Las lágrimas de San Lorenzo