¿Y cómo se sabe que está formado por Hierro y Níquel? Pues bien, utilizando ondas sísmicas... las ondas sísmicas se propagan a diferentes velocidades según la densidad del medio que estén atravesando, así que comparando la velocidad de propagación entre estaciones muy separadas entre sí, se puede averiguar la composición de las capas inferiores de nuestro planeta.
Al estar fundido el núcleo (se estima que está a una temperatura de unos 5000 grados), se producen corrientes de convección (al igual que un caldero con agua hirviendo, el agua caliente sube y la fría baja), eso, unido a las fuerzas de Coriolis producidas por la rotación de la Tierra, produce un campo magnético (el que hace que las brújulas funcionen) que se extiende varios miles de kilómetros hacia el espacio.
Este campo magnético, en el espacio, atrapa protones y otras partículas, formando una especie de escudo protector contra las partículas de viento solar cargadas con mucha energía. Este escudo se llama Cinturón de Van Allen, y forma una especie de toroide (un donut, vamos) alrededor de nuestro planeta, protegiéndonos de las tormentas solares.
Este cinturón es mucho más débil en los polos, así que cuando se producen tormentas solares, las partículas de viento solar son repelidas por el Cinturón de Van Allen, pero vienen a 'caer' sobre las capas altas de la atmósfera terrestre que se encuentran sobre los polos. Al chocar con las moléculas de nuestra atmófera, el viento solar le transfiere una gran cantidad de energía, ionizando las moléculas, y haciendo que brillen, con lo que se producen las auroras boreales (en el hemisferio norte) y las australes (en el sur).
A continuación pueden ver algunas imágenes de auroras sacadas de internet.